Cherreads

Chapter 11 - 11

Después de unas cuantas rondas de Whisky y de contar desde su perspectiva los eventos de la defensa en Varamar así como su conquista de Harlaw todos estaban impresionados por su genio estratégico así como su relato de la batalla contra sr Harras Harlaw.

—— ¿Qué paso con lord Harlaw? —— pregunto Ned mirando al Mormont que perdió toda sonrisa del rostro para luego tomar un trago de Vodka de golpe, como si tratara de quemar el recuerdo que le venia a la mente.

—— Muerto, se negó a rendirse incluso cuando sabía que podía dejar llover rocas sobre sus torres, si se hubiera rendido no habría que tenido que destruir su fortaleza, fue su orgullo lo que no le permitió medir las consecuencias de su decisión —— dijo Dante para el asombro de todos, el señor de Invernalia frunció el señor por la muerte de una familia noble, tendría que investigar más pero no le parecía correcto haber saqueado las diez torres y aun así haber matado al señor de estas, eso no era honorable.

Staniss por su parte asintió, eso se debía hacer con los traidores, no tener piedad con aquellos que no respetaban el mandato de su gobernante, Mace Tyrell encontró su copa muy interesante sin pensamientos mas profundos, fue Robert el que tenia una mirada pensante, mirando al chico con pensamientos profundos, no sabia que pensar de lo sucedido pues no estaba del todo de acuerdo con lo hecho pero el chico estaba en todo su derecho debido a su conquista.

—— No debiste haber matado a Rodrik Harlaw, debiste tenerlo como prisionero, sus hijos murieron en la batalla de isla bella, esto deja a Harlaw sin un heredero para cuando termine esta rebelión —— dijo Ned mirando como el chico lo miro directamente a los ojos antes de responder.

—— Con todo respeto mi Lord, incluso si no lo hubiera matado no habría herederos de Harlaw... tampoco dije que mate a todos los Harlaw, su hermana mayor esta prisionera y bien atenida. Por lo que se, ella es la mayor por lo que la isla tendrá un gobernante para cuando acabe la rebelión —— dijo Dante suavemente apaciguando la ira del hombre que asintió, eso era más que suficiente.

—— Hablando de acabar la rebelión hay que empezar a planificar el asedio a las además islas —— dijo Stannis mirando el mapa y de inmediato Dante pidió aun soldado que le llevara las demás figurillas, venados, lobos y rosas, tenía también de leones, pero supuso que no eran necesarios. Se discutieron planes de guerra, la mayoría propuestos por el hermano menor del rey el cual era un gran comandante en opinión del Mormont, pero fue en algún momento que todos se les quedaron viendo pues el Rey mismo lo quedo observando.

—— ¿Qué opinas de los planes Mormont? Ya has conquistado una isla, sabes cómo piensan los nacidos del hierro, tu opinión puede ser de suma importancia —— pregunto Rey bebiendo de su baso mientras observaba al chico que había invitado al consejo de guerra.

—— S-su Excelencia no creo que sea apropiado —— dijo Mace Tyrell un poco indignado pues sus planes fueron descartados casi de inmediato, sabia porque, había sido enemigo de las 3 personas y estaba bastante seguro de que el hermano del rey ni siquiera lo toleraba, pero que escucharan al señor de una casa menor era insultante. Pero la mirada de Robert al Tyrell fue fuerte, casi obligándolo a callarse, fue una humillación y un desaire al señor de alto jardín, viendo el ambiente pesado Dante disidió hablar.

—— Si bien el plan está bien, difiero en su mayoría, atacar en conjunto es un buen plan pero llevaría tiempo, lo que propone Lord Tyrell tiene mérito, si dividimos las tropas para asediar las demás islas principales y luego las unimos todo en Pyke como Lord Stannis dijo originalmente, podemos derrotar a los Greyjoy definitivamente, sin temor a refuerzos enemigos, eso es lo que pienso su excelencia —— dijo Dante humildemente, pues a pesar de estar en el consejo de guerra esto también era un campo político y por el enderezamiento de Mace Tyrell así como la mirada complacida de Stannis había hecho las cosas bien.

—— Me gusta mas esta idea, ¿tu que opinas Ned? —— pregunto Robert a su hermano en todo menos sangre mientras el Lord de Invernalia pensaba y daba el visto bueno, a lo que el Rey sonrió.

—— Bien, que así sea, ahora decidamos como atacaremos, Pyke será el último lugar en caer —— dijo Robert parándose en sus impresionantes 2 metros de altura, era un hombre cuya presencia era sin duda imponente. Todos estuvieron discutiendo y se acordó que la armada real dirigida por el hermano del rey y los Norteños tomaría gran Wyk, la flota Redwyne tomaría Monte orca y Marea negra mientras Barristan Selmy tomaría Viejo Wyk, fue ahí que Dante se dirigió al rey, así como a al señor de Invernalia.

—— Si su gracia y mi señor me lo permite me gustaría atacar viejo Wyk con sr Barristan Selmy, esto reforzaría los pocos barcos enviados, así como aseguraría la isla con mayor rapidez —— dijo Dante haciendo una pequeña reverencia, tenia razones mas personales pues aún quería obtener a lluvia roja y como la isla era las más pequeña aseguraría un buen botín, así como menos perdidas.

Los dos hermanos de armas se miraron y ambos accedieron a la petición del joven, pues con los demás abanderados de cada uno eran mas que suficiente para tomar Gran Wyk. Dante aun en una reverencia sonrió complacido y sus ojos destellaron de victoria, todo estaba saliendo bien.

[...]

There once was a ship that put to sea

And the name of that ship was the Billy of Tea

The winds blew hard, her bow dipped down

Blow, my bully boys, blow

Soon may the Wellerman come

To bring us sugar and tea and rum

One day, when the tonguin' is done

We'll take our leave and go

She had not been two weeks from shore

When down on her a right whale bore

The captain called all hands and swore

He'd take that whale in tow

Soon may the wellerman come

To bring us sugar and tea and rum

One day, when the tonguin' is done

We'll take our leave and go

Before the boat had hit the water

The whale's tail came up and caught her

All hands to the side, harpooned and fought her

When she dived down below

Soon may the wellerman come

To bring us sugar and tea and rum

One day, when the tonguin' is done

We'll take our leave and go

Les tomó varios intentos lograrlo, pero no hay nada mejor que una buena canción marinera para vencer el aburrimiento en el mar. Entre risas escandalosas, los marineros y soldados se habían adaptado a la canción como patos en un estanque. Dante supuso que era bueno para la moral y para distraerse de la batalla.

Llevaban tres días en el mar y se habían quedado sin historias que contar ni chistes que contar. Entonces empezaron a cantar. Casi todas las canciones ya las conocían, así que el joven señor decidió presentar una propia. Bueno, no literalmente, pero como era el único en el mundo que la conocía, mejor dicho.

Al principio, se mostraron escépticos, como la mayoría de los hombres ante las novedades, pero la letra sencilla y la melodía pegadiza acompañada de su impecable acompañamiento en el violín pronto los convencieron. De repente, ya estaban creando sus propias letras, conservando el estribillo.

—— Tiene usted talento para cantar, Lord Mormont —— dijo una voz a su lado.

—— Gracias, Lord Selmy. Nunca me consideré un gran artista, ¿sabe? —— dijo Dante con una sonrisa suave, distante recordó que nunca llego al nivel que le gustaría haber llegado.

—— Soy un caballero, Lord Mormont, no un lord. Y no te subestimes. Tienes mucho talento para ser tan joven. Es casi desconcertante —— dijo riendo entre dientes el caballero mirando al joven que se volvió hacia el para contestarle.

—— Si tuviera un dragón dorado por cada vez que me dicen esto, estaría cagando oro junto a los Lannister —— dijo Dante con una sonrisa en su rostro pensando en todas las veces que el Maestre, su tía o sus primas le decían lo mismo.

Había conocido a Selmy unos días antes de zarpar. El hombre hablaba principalmente con el debido a que era "su segundo al mando" así como que iba en su nave personal. Siempre se mostraba respetuoso con la mayoría, una actitud que contradecía su formidable talento con la espada.

Se habían vuelto más familiares después de varios combates de prácticas, donde sin duda aprendió mucho a pesar de que perdió, el señor de la isla del oso demostró un talento muy superior a su edad. Estaba visiblemente impresionado, y dijo que le recordaba a un Arthur Dayne

(¿Arthur Dayne? ¿la espada del amanecer?) había preguntado Dante después de un combate de prácticas, donde nuevamente había perdido, pero eso era bueno para el Mormont pues estaba aprendiendo rápidamente. No eran amigos en absoluto; la diferencia de edad era demasiado grande, o eso creía Selmy, pero se llevaban muy bien.

—— Llegaremos a Old Wyk en un día, mi Señores. No esperamos resistencia en el mar gracias al control que tienen los occidentales y la flota real en las aguas que rodean la isla —— dijo Selmy, mirando a los señores bajo su mando.

—— Si encontramos alguna resistencia, sus barcos largos están lamentablemente preparados para enfrentarse a los barcos de guerra —— intervino un señor de las Tierras de la Corona que los acompañaba y como tenia 20 barcos no le molesto al Mormont llevarlos.

—— Es muy cierto, Lord Buckwell, Viejo Wyk es el lugar más sagrado para los Hombres del Hierro. Espero que luchen como los locos que son, y recuerden. Luchamos en sus tierras, pero nosotros dictamos las condiciones de la lucha. Somos diez por cada uno de ellos, ¡y cualquiera de ustedes vale por cinco! —— Ante esas palabras, señores, marineros y soldados rugieron en señal de aprobación. Selmy les indicó que se calmaran.

—— Tenéis vuestras órdenes, mis señores. Os deseo buena suerte en la lucha que se avecina —— dijo, despidiendo la reunión.

—— ¡Ser Barristan! —— gritó Dante al anciano.

—— ¿Sí, Lord Dante? ——

—— Algo no está bien, señor —— Dijo Dante acercándose al caballero con cejas fruncidas.

—— ¿Qué quieres decir? —— Barristan miró al chico, desconcertado.

—— Estamos prácticamente a las puertas del enemigo, cerca del santuario más sagrado, y, sin embargo, no hemos visto nada, ni lanchas, ni movimiento. ¿No te inquieta? —— Barristan sonrió con una mirada de complicidad. Posando su mano enguantada sobre el hombro del chico.

—— Ahora, Lord Mormont. Lo entiendo. La gente suele olvidar lo joven que eres, a pesar de tus muchos talentos. El silencio ante el caos siempre es inquietante, incluso para viejos curtidos y ensangrentados como yo. No es un insulto a tu honor preocuparte por la batalla que se avecina. Al contrario, es una señal de coraje y grandeza enfrentar el peligro a pesar del miedo —— Dante no sabía qué odiaba más, sí que sr Selmy se dirigiera a él como si fuera un niño o que tomara sus instintos como un mero miedo, ya se había probado muchas veces en batalla, ya no era un niño. Respiró hondo y asintió con una expresión de agradecimiento fingido.

—— Gracias, mi buen señor. Sus palabras han apaciguado mi preocupación. Le pido disculpas por tan desagradable espectáculo —— dijo el tono mas humilde que pudo, pero ya pensando en como dirigir sus tropas, la estrategia utilizada y probada de la falange seria sin duda primordial en los combates necesarios.

—— No le dé importancia, Lord Mormont. Eres mucho más valiente que la mayoría solo por estar aquí. Eso tiene que contar para algo, digo —— respondió, con una sonrisa iluminando su rostro arrugado.

—— Deberías unirte a los demás y cantarles una de esas canciones tuyas. Quizás ayude a calmar los nervios, ¿no te parece? ——

—— Sí, señor. Gracias por su tiempo —— dijo Dante, alejándose con clara irritación, parecía que el anciano no lo hacía apropósito, pero lo irrito el solo hecho de como lo trataba.

Todos parecían ajenos a lo que sentía en lo más profundo de su ser. Para todos, retomar la isla parecía una cuestión de "si", no de "cuándo". Pero en su mente, el silencio solo traía una palabra: Okinawa. Desembarcaron por la mañana, con las tropas en barcazas, esperando una fuerte resistencia, pero encontraron poca o ninguna. Hubo una pequeña escaramuza con pescadores ebrios, que fueron rápidamente reprimidos.

Después de acampar, Sr Selmy decidió avanzar y capturar la isla a toda prisa. Así, a última hora de la tarde, varios contingentes, comandados por el propio caballero, marcharon hacia Old Wyk. Como Dante esperaba, lo único que se veía allí eran casas y aldeas vacías, asi como unos pocos soldados asustados que se rindieron rápidamente.

La mayor parte del ejército del rey parecía aliviado por la falta de resistencia, Dante, desde lo alto de su caballo no pudo evitar mirar nerviosamente a su alrededor ante la atmósfera tranquila y pesada. Sus sentidos le gritaban que corriera, que peleara, que hiciera cualquier cosa menos entrar voluntariamente en la guarida del carnicero.

Sus hombres y él estaban posicionados cerca del centro de la refriega, todos en posición de falange, muy por detrás de los occidentales y los de la Corona, liderados por el mismísimo lord comandante.

—— Ya he visto esa película —— pensó, examinando las crestas desnudas y las colinas azotadas por el viento de la zona.

—— Perfecta para un asalto decisivo final o para la guerra de guerrillas —— concluyó.

—— Boris —— dijo, dirigiéndose a su amigo y subcomandante, pero éste lo miro con ojos que ya tenían la misma mirada que tenía el Mormont.

—— Esto es una trampa ¿no mi lord? —— El joven señor asintió con una mirada cautelosa en su rostro. Dante se ajustó su escudo y miro a Boris.

—— Tarde o temprano activarán la trampa y tenemos que estar preparados para ello —— dijo en un tono más serio.

—— Hazles una señal a los hombres, diles que estén atentos y que se preparen para cerrar escudos. Y haz que envíen un cuervo a los barcos. Me temo que su primera orden del día sería citarnos en nuestra retirada. Si esto sucede, seríamos poco menos que prisioneros esperando a ser capturados —— Boris asintió y estaba a punto de preguntar algo más cuando Dante lo miro con fuerza en su voz.

—— Ahora. No se cuánto tiempo tenemos —— dijo Dante a lo que Boris hiso lo que le dijeron girando su caballo para hablar con sus comandantes y transmitir el mensaje de Dante al campamento.

Dante, por su parte, aceleró el paso de su caballo hacia la línea del frente, con la intención de hablar con Lord comandante. Al doblar una esquina muy pronunciada, vio los huesos de naga en una colina cercana. Pronto llegarían a la casa de Drumm, que gobernaba esta isla.

—— ¡Sr Selmy! ¡Sr Selmy! —— gritó Dante cuando oyó un silbido a lo lejos. Para un oído normal, habría sido un sonido apagado a lo lejos, seguido del familiar sonido metálico de un arco largo.

—— ¡FLECHAS! —— gritó instintivamente, justo cuando miles de flechas oscurecían el cielo ya nublado. Sorprendidos y desprotegidos, muchos cayeron ante el ataque. Las flechas rebotaron sin hacer daño en el caballo blindado de Dante, mientras que él levantó su escudo para protegerse de los proyectiles.

Descarga tras descarga asaltaron a los invasores, completamente sorprendidos por la cobarde táctica. Barristan tuvo poco éxito reagrupando a sus hombres en medio del caos, y para cuando la infantería enemiga llegó a la carga, podría ser demasiado tarde.

–— ¡Escudos! ¡Levanten sus escudos, hombres! ¡El enemigo nos acecha! —— Vio al joven señor Dante blandiendo su lanza sobre su cabeza, pronto vio a 11 hombres en sus caballos seguirlo. Dante oyó a Boris gritar órdenes y animar a los hombres.

—— ¡Boris! ¡A las crestas! ¡Los arqueros están en las crestas! —— Grito Dante cabalgando mientras se seguía cubriendo de las distintas flechas. Haciendo caso a la palabra de su Lord, Boris tomó consigo a cuarenta buenos hombres para rodear la formación rocosa y flanquear a los arqueros por detrás antes de que sembraran más caos en las filas.

Mientras lo hacía, un rugido anunció que el enemigo se abalanzaba sobre ellos desde las colinas que los rodeaban, gritando como locos, algunos a caballo, pero la mayoría a pie. Sintió movimiento hacia su retaguardia también, cuando los Hombres de Hierro cortaron con éxito al ejército por la mitad con caballería ligera armada con lanzas y armas contundentes.

Infantería pesada al frente, arqueros que los arrasaban y caballería en la retaguardia. No estaban perdidos, pues su ejército era mucho mayor que el de los atacantes, pero el caos es un gran multiplicador de fuerzas.

Confiando en Boris para que se encargara de los arqueros en las crestas, Dante dirigió a sus hombres restantes hacia las cargas de caballería. Estaban más acostumbrados a luchar contra la infantería, pero los jinetes de los Hijos del Hierro no estaban tan organizados como sus hombres, así que contaba con aislarlos y acabar con ellos lo antes posible.

—— ¡Mormones! ¡Síganme sin romper la formación! —— gritó, tirando de las riendas de su caballo para llamar su atención.

—— ¡Esos jinetes son nuestros objetivos!¡Sin piedad! —— dijo Dante yendo de frente mientras tomaba con fuerza su lanza y la arrojaba con fuerza a un caballero que de inmediato fue tirado al suelo empalado.

Así pues, los Hombres Oso avanzaron, manteniendo la formación, siguiendo a su joven señor mientras se abrían paso hacia la retaguardia hasta tener una visión clara de la caballería. Sus arqueros dispararon sus flechas hacia los jinetes que se acercaban; los proyectiles perforaron sus armaduras ligeras y derribaron a sus caballos.

—— ¡Picas! —— gritó el joven señor, e inmediatamente los hombres respondieron, una fila de furiosos cabezas de hierro formando una valla mortal sobre la que pobres caballos y hombres corrían para ser empalados.

Los Hijos del Hierro finalmente vieron a los Hombres Oso como la amenaza que eran, y concentraron más energía en romper la falange que habían formado para proteger al ejército invasor.

Otros hombres del ejército del rey, al ver la formación controlada de los Hombres Oso, se unieron a ellos, reforzando la retaguardia e inutilizando poco a poco a la caballería ligera. El propio Dante no había perdido el tiempo recogiendo su lanza y desatando muertes con sus rápidos ataques a los hombres de hierro, ya sean en caballo o a pie. Alzando de nuevo la voz, se volvió hacia los hombres que estaban detrás de él para dar una única instrucción.

—— ¡Sin piedad! ——

Al unísono, los Mormones, junto con otras tropas, gritando a todo pulmón, atacaron a la caballería ligera y a la infantería que estaba detrás de ellos, enganchando a los jinetes y arrastrándolos al suelo, atravesando al enemigo con flechas y cortando gargantas indiscriminadamente.

Dante era como una bestia en plena batalla. Desde lo alto de su caballo, cortaba/incrustaba su lanza en cabezas a diestro y siniestro. Derribó a un jinete de un golpe con su escudo, haciéndolo caer al suelo, solo para que el pobre hombre fuera pisoteado por los combatientes.

Unos cuantos hombres lograron derribarlo del caballo, arrastrándolo hacia abajo. Ligeramente desorientado, esquivó a duras penas el lucero que iba dirigido a su cabeza. Rodando se paró de un salto para esquivar de nuevo un ataque de lanza para de inmediato partirla y con la propia punta del arma ensartarla en la cabeza del hombre. Sin inmutarse, los Hijos del Hierro mantuvieron la presión sobre él, solo para que un furioso chico Mormont los atacara sistemáticamente.

Los Hombres Oso se habían reunido a su alrededor al creer que estaba en peligro, solo para mirarlo con asombro por la forma en que arrollaba a los Hijos del Hierro. Caminando lentamente blandió a garra larga, buscando a otra persona para matar. A su alrededor, solo oía los gritos de los moribundos.

Tras unos veinte minutos de batalla implacable, la caballería fue derrotada. Hombres de Hierro, muertos o moribundos, y sus caballos cubrían el suelo pedregoso. En medio de la batalla, había empezado a caer una ligera lluvia, y el cielo se llenaba de lágrimas ante semejante locura desenfrenada.

Al obligar a sus hombres a retroceder hacia el corazón de la batalla, se encontró con Boris, quien, salvo algunas heridas leves, estaba prácticamente intacto. Sonriéndole, le extendió el puño cosa que contesto su amigo, como suelen hacer los hermanos de armas, cada uno contento de que el otro estuviera a salvo.

—— Los arqueros fueron derrotados, tenían apoyo, pero un señor de la tormenta llegó al rescate antes de que sufriéramos muchas bajas ——

—— Bien hecho. La gloria está aquí, en este campo de batalla. Es nuestra para conquistarla —— Sonriendo, Boris asintió, sus ojos brillando de admiración al mirar a su joven amigo frente a él.

—— Juntos —— Dijo Dante mirando de reojo a su mejor amigo mientras ajustaba su escudo con fuerza.

—— Juntos —— asintió su amigo.

Cabalgaron por delante con la guardia del oso siguiéndolos, tras haber recuperad su caballo. Se encontraron con Barristan cerca del frente y le informaron de la situación en la retaguardia.

—— Sr Barristan, los arqueros en las crestas han sido derrotados y la retaguardia está asegurada. Hemos derrotado su pretexto para una caballería y esperamos órdenes sobre cómo proceder —— dijo Dante dándole una palmada a Boris en la espalda cuando menciono los arqueros para que supieran que fue su amigo.

El caballero los miró con una expresión de alivio en su rostro ante la noticia y los felicitó por sus acciones heroicas que sin duda salvaron innumerables vidas ese día.

—— Tenemos noticias del campamento. Habían coordinado ataques contra nuestro destacamento y el campamento. Por suerte, un cuervo había llegado menos de diez minutos antes para alertarlos de un posible ataque inminente. —— Dante le sonrió a Boris, quien miró hacia otro lado, avergonzado.

—— Gracias, mis señores, hoy han prestado un gran servicio al reino. Pero la batalla no ha terminado. Nos dicen que Dunstan se ha atrincherado en el castillo junto a Euron Greyjoy, sin duda los progenitores de este perverso plan. —— dijo el caballero mirando con creciente respeto al joven que había hecho posible esa victoria con tan pocas bajas.

El plan es simple: despejar el terreno de cualquier célula disidente, asegurar la costa y abrir una brecha en la fortaleza.

—— ¿Cuándo estaremos listos para atravesar la puerta de la fortaleza, mi señor? —— preguntó Dante.

—— Yo diría que en una semana como máximo. Tenemos que asegurarnos de que no haya más sorpresas ——

Esa noche, el ejército del Rey celebró a los mormones como héroes.

Boris de las crestas, que mató él solo a cientos de arqueros con su poderosa espada de acero, y Dante el Oso Rojo que corto las cabezas de cientos de hombres con su poderoso espada de acero Valyrio, bañándolos con la sangre de sus enemigos mientras cantaba hermosas canciones.

No hace falta decir que Dante no estaba muy contento con la última parte y tampoco decapitó ningún caballo, pero estas son historias de guerra. Por supuesto, lo acosaban desde el episodio de los cantos marineros, (del que empezaba a arrepentirse profundamente) y se encontró en un círculo de soldados borrachos y alborotadores, eufóricos por la victoria. No se le ocurría una canción más apropiada.

—— Bueno, es sencillo. Da dos patadas y una palmada. Yo me encargo del resto ——Pronto todo el campamento se unió cuando aprendieron a cantar el sencillo coro. Esa noche cantaron y bailaron las palabras de su nueva canción de guerra. (We Will Rock You)

[...]

Aproximadamente una semana después, la zona fue pacificada, con la mayoría de las fuerzas restantes atrincheradas en la fortaleza. Algunos pequeños grupos surgieron de vez en cuando, pero estos eran en su mayoría seguidores fanáticos del Dios Ahogado que intentaban proteger su tierra sagrada.

Selmy había advertido a los señores que al día siguiente marcharían hacia la fortaleza. En realidad, no era un castillo. Estaba construido para un gran asalto, sí, pero no era ni de lejos tan inexpugnable ni poderoso como el castillo de Pyke o las ciudadelas del continente.

Así que allí estaban, con arietes y fortificaciones, asaltando las fortificadas puertas, mientras eran acribillados con pesadas piedras, flechas y todo lo que podían lanzarles. Pero gracias a la alta moral y la superioridad numérica, era solo cuestión de tiempo antes de que las murallas fueran derribadas.

Los hombres de Poniente irrumpieron en el patio, masacrando a cualquiera que ofreciera resistencia. Debían ofrecer la rendición a quienes no lucharan y la muerte a quienes fueran lo suficientemente insensatos como para hacerlo.

Dante y Boris se abrían paso hacia el interior de la fortaleza, con sus hombres a cuestas. Encontraron una resistencia fuerte pero desorganizada. Los saqueadores no estaban acostumbrados a librar batallas defensivas, y se notaba. Los Hombres de Hierro caían ante las espadas y lanzas de los mormones, pero las unidades de matanza, bien engrasadas, no eran suficientes.

Llegaron a un cruce de caminos donde un hombre enorme estaba ocupado despachando a un grupo de desafortunados habitantes de las Tierras Occidentales. Sus hombres y él parecían estar protegiendo un pasillo que posiblemente conducía al solar de Dustan. Si esta batalla era el fin, Dante tendría que acabar con él.

Tras mirar Boris, ambos se lanzaron hacia adelante. Boris con su espada Claymore y Dante con la espada ancestral de su familia. Los dos grupos se enfrentaron violentamente. Si bien los Isleños del Oso eran mejores soldados y, a pesar de su superioridad numérica, los Hijos del Hierro se mantuvieron firmes, decididos a proteger a su señor.

Tras una breve pelea con Boris, el gigante salió despedido por la habitación como un calcetín viejo. El pobre hombre se estrelló contra la pared, gimiendo. Dante saltó entre ellos, con la esperanza de detener al atacante de su amigo.

—— El joven Oso, he oído hablar de ti —— dijo el hombre con voz grave, rodeando al joven señor.

——Demonio, mis hombres te llaman, dicen que luchas con la fuerza de diez. Pero solo veo a un chico que está fuera de lugar. Dime, ¿has venido aquí a morir? —— dijo El hombre blandiendo una espada en su mano mientras se enfrentaba a Dante que lo miro con garra desenvainada.

—— ¿Morir?, No le temo a la muerte, pero ¿Por qué no te mando primero para que veas como se siente? —— dijo Dante, mirando a Boris de reojo, viéndolo ponerse de pie lentamente, un poco confundido.

—— Me llamo Andrik, campeón de la Lord Dustan. Lucha contra mí, Dante Mormont carnicero de Harlaw —— dijo el campeón de Drumm. La gente a su alrededor se detuvo para presenciar el duelo.

—— Muy bien, Andrik el muerto, aceptare tu desafío ——

En ese momento, Andrik el Severo sonrió. Era una sonrisa feroz, que prometía innumerables muertes y una miseria incalculable. Con un rugido, blandió su gran espada, con la intención de decapitar al joven. Dante la desvió hacia la izquierda, esquivando el ataque y acortando rápidamente la distancia, Levantando su espada desvío en forma circular la espada de su adversario para luego levantar su escudo para bloquear el golpe destinado a llegar a su cara.

Bajando su espada la paso por la pierna de su adversaria dejando un corte que provoco un gruñido de dolor, no dejando que el dolor lo detuviera el guerrero intento golpear al chico con un revés de su escudo, cosa que fue evitada por Dante que dio pasos hacia atrás esquivando el revés, así como el balanceo de la espada de seguimiento.

—— Es mas fuerte, pero yo soy más rápido —— pensó mientras bloqueaba con su escudo un poderoso espadazo de Andrik, haciendo que el Mormont tuviera que apretar los dientes debido a la fuerza del golpe. Sus ojos enfocados captaron como el hombre tensaba sus músculos para luego aventarle su pesado escudo de hierro, levantando su escudo para aminorar el golpe vio incrédulo como este se doblaba por lo que lo descarto, justo a tiempo para sujetar a Garra con dos manos y levantarla en horizontal parando el ataque el nacido del hierro que pareció rugir con ira ante el fallo de su plan.

Tomando impulso ejecuto una serie de cortes que su adversario se vio obligado a evitar debido a su velocidad superior, el hombre con los dientes apretados paro uno de sus cortes con la mano desnuda para incredulidad de Dante que vio como este se preparaba para apuñarlo, por reflejo soltó a garra para evitar ser ensartado, ahora sin arma y escudo el hombre sonrió con regocijo.

Una lanza fue aventada por Boris la cual atrapo con rapidez para de inmediato hacer un giro con esta de modo que la punta impactara contra el corte de su adversario haciendo que su espada quedar en el suelo y con el mismo impulso golpe la base del arma en el trasero de su contrincante el cual tropezó un poco.

Quedando nuevamente frente a frente Dante se agacho para tomar a garra con una mano para envainarla y quedarse solo con el arma de largo alcance. Haciendo un moviendo frontal su enemigo lo esquivo por lo pelos, tomando con fuerza la lanza hiso movimientos hacia los lados fintando para luego saltar e intentar ensartar al hombre que tomando su espada bajo la lanza rompiéndola con su pierna de inmediato, pero tuvo que moverse atrás debido a que el Mormont desenvaino a garra intentando cortarle la garganta.

El hombre dando un grito de guerra se lanzo hacia Dante que lo espero, balanceando su espada en un corte descendiente al Mormont que en un movimiento fluido lo desvío hacia aun lado y con un giro completo golpeo al hombre en la barbilla con su codo, ahora desorientado no vio como el joven oso se agacho bajo su desorientado corte para luego con un corte precisó separar su cabeza del resto de su cuerpo.

Resoplando, se giró y vio a los demás Hijos del Hierro observándolo con asombro manifiesto. Tras un instante, soltaron las armas en señal de rendición. Asintiendo, Dante se giró para observar a Boris, quien se había recuperado durante la pelea.

—— ¿Estás bien, Boris? —— preguntó con preocupación en su voz.

—— Sí mi señor, la peor parte se la llevo usted mi señor ——— dijo el soldado mirando a su lord a su bazo donde había estado su escudo, si uno lo viera desde lejos no sospecharía nada, pero el que había entrenado con Dante desde que eran niños sabía que debía estar morado por la forma en que sufría espasmos.

Yendo más allá en la fortaleza, por supuesto encontraron resistencia, aunque no tanta como antes hasta que llegaron al solar del señor, que también parecía funcionar como sala del trono y allí estaba sentado Euron Greyjoy con Lord Drumm y unos veinte hombres con ellos.

—— ¡Ríndete, Lord Drumm! Tus hijos han sido capturados, la fortaleza ha sido tomada. ¡Detén este derramamiento de sangre sin sentido! —— dijo Dante con autoridad.

Boris lo vio todo a cámara lenta. Euron Greyjoy, sonriendo con suficiencia, agarró la ballesta que yacía junto a su pie y, con un movimiento fluido, la lanzó hacia la cabeza de Dante, que, debido al cansancio de la lucha, así como su anterior enfrentamiento no pudo reaccionar a tiempo. El guardia del oso se abalanzo sobre su señor apartándolo del lugar. Dante que hasta el momento había observado todo en cámara lenta volvió a la normalidad; simplemente tropezó y vio cómo la flecha se cobraba la vida de alguien a quien había llegado a querer mucho durante su nueva vida.

El caos estalló en la habitación y ambos bandos entraron en acción.

—— ¡Captura con vida a Lord Dustan, Greyjoy es mío! —— grito Dante su anterior cansancio desapareciendo por la rabia. Derramó una lágrima solitaria por su amigo, antes de que la tristeza se convirtiera en ira y locura. Oyó la carcajada de Ojo de Cuervo mientras se abría paso por la habitación, aparentemente disfrutando del desastre que había creado.

De repente, Euron sintió que alguien lo agarraba del brazo y le daba un puñetazo tan fuerte que le salieron algunos dientes. Dante lo agarró por el abrigo, levantándolo con un brillo inhumano en la mirada mientras sus músculos se tensaban por el esfuerzo en ignorar sus límites humanos.

—— Mi nombre es Dante Mormont, mataste a mi amigo, mi mejor amigo. Preparate a morir —— dijo, con una voz mucho más grave de lo normal. Con la mente aún aturdida por el dolor y la confusión, Euron tuvo suerte de no ver lo que estaba a punto de matarlo. Dante echaba humo, su cabello más despeinado de lo normal. Sus músculos se tensaban bajo la armadura.

Sin más preámbulos, Dante agarró a Euron por el cuello y el hombro, y lentamente los separó, el hombre gritando de dolor y pateando todo el tiempo hasta que quedó flácido, con la cabeza en la mano izquierda de Dante y el torso colgando de su mano derecha.

La sala quedó en silencio. Todos observaban al Mormont con temor esta vez ante la brutal demostración de poder. Resoplando furioso, Dante se giró hacia Lord Dustan Drumm, quien también había dejado de luchar al ver al hermano de su señor feudal asesinado tan salvajemente.

Dejando caer los restos del Greyjoy con un golpe sordo/húmedo, lentamente se dirigió hacia el dueño de la fortaleza y le arrebató su espada, Red Rain, de las manos.

—— Esta batalla ha terminado, Greyjoy ha muerto, Andrik el serio ha muerto. Tus hijos son prisioneros y te he quitado la espada ancestral. Has perdido. Ahora ríndete en nombre del rey o muere —— Dijo con voz grave que con su cuerpo bañado en sangre solo le daba un aspecto más aterrador.

Lord Dunstan cayó de rodillas, con la cabeza gacha, lo que provocó que sus hombres hicieran lo mismo, poniendo fin de facto a la conquista de Old Wyk.

Dante envainó Lluvia Roja y Garra Larga, se los entregó a uno de sus hombres y recogió con delicadeza a su amigo caído del suelo. Salió rápidamente de la habitación, bajo la lluvia que le humedecía aún más los ojos y las mejillas. Pasó junto a Sr Selmy, que se dirigía a la fortaleza.

—— La isla es vuestra, mi señor —— dijo antes de darse la vuelta y marcharse a sus barcos necesitaban hacerle los ritos apropiados a su hermano en armas, su mejor amigo y el hombre que le salvo la vida.

[...]

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