Para acceder al núcleo, debían conseguir un Espejo de Gravedad Espectral, custodiado por una criatura imposible: La Quimera del Olvido, en la región prohibida del Vacío Coral.
El viaje fue brutal. Tormentas mentales. Ecos de vidas pasadas que los hacían dudar. Aria casi perdió su identidad al escuchar la voz de Kaelyra repitiéndose en bucle.
—No soy ella... no soy ella... —lloraba.
Dominic la sostuvo, hasta que su beso rompió la ilusión.
—Tú eres Aria. Y me enamoré de ti... no de Kaelyra.
Eso le devolvió su fuerza.