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Chapter 6 - Capitulo 6

Los dos días de descanso terminaron y el ejército numeroso de Arkon fueron más al centro de la provincia en dirección a las montañas donde estaba la ciudad capital.

Por otro lado, le envió un mensaje a Philitos a través de un kataskopos a Pegaso, él debía conquistar la ciudad costera siguiendo río arriba.

Para cuando volviera la quería bajo su mando dejándole claro que no había como opción perder en el intento.

Cómo siempre los primeros delante del ejército eran los pegasos con jinetes toxotes y peltastas.

Pero Arkon con el ceño fruncido vio como unos pocos volvían heridos, los capitanes de cada regimiento volvieron con algunas quemaduras debido a los roces.

"¿Qué sucedió? ¿Por qué volvieron así?" dijo Arkon haciendo que el ejército se pare por completo.

"mi señor Arkon, encontramos un gran ejército de pieles verdes comandados por un chamán orco con una máscara de madera, plumas y huesos arriba de un gran jabalí." Dijo el capitán toxote.

"no solo eso mí señor, solo se compone de orcos salvajes y bestias gigantes, también había un gigante de roca, su rostro está formado por madera y se mantiene unido por una magia verde." Dijo el capitán peltasta.

"¿cuántos estamos de ellos?" preguntó mientras pensaba como concentrar sus ataques al ejército orco.

"estamos a tres kilómetros de distancia, en media hora nos lo encontraremos de frente." Respondió el toxote.

"solo hay simple montes de tierra, en su mayoría plano, espero que no tengan artillería. ¿a qué distancia estaban cuando los atacaron?" pregunto con el ceño fruncido oculto por su casco blanco con cresta dorada.

"al menos un kilómetro señor, pero no fue artillería fue magia del chamán orco." Respondió el peltasta con seguridad.

"está bien, las unidades míticas estarán en la primera línea, las hidras con plataformas estarán entre sus filas para que los arqueros ataquen desde arriba.

La caballería en los flancos, la infantería estará al ras de las bestias, yo cargaré con los leones de nemea, los hippikones estarán atentos para cargas una y otra vez."

Dio sus órdenes y ellos las esparcieron como hiedra.

Vislumbro a lo lejos los gigantes salvajes, el ídolo de piedra y las arañas arachnarok, Rexes los miro con detenimiento y comenzó a rugir como para despertar al ejército.

Áyax liderara las líneas de infantería para apoyarlos, el usaba una lanza de hierro, un escudo de torre igual de alto que él con un estampe de rústico de un león, una armadura dorada que cubría su torso y sus piernas ligeramente.

En su cabeza estaba la cabeza de un león y su piel que cubría su espalda.

Y para levantar la moral comenzó a cantar el lema de Eunomia Nova.

"Incontinenc" habló sin gritar, pero con voz enérgica.

"¡Incontinenc!" gritaron los soldados haciendo que incluso los cíclopes tuvieran un golpe en el pecho.

"infirmis" mientras veía como se engrandecía el ejército de pieles verdes.

"¡infirmis!" haciendo calentar la sangre de los minotauros.

"etiam" viendo como los cíclopes ya eligieron sus objetivos para lanzarlos lejos.

"¡etiam!" los leones comenzar a rugir.

"¡incridibilis!" gritó Áyax levantando su escudo y lanza al cielo, como agradeciendo por darle una gran batalla.

"¡incridibilis!" gritaron mientras los dos ejércitos empezaron a correr para enfrentarse entre sí.

Los más rápidos fueron los salvajes orcos usando armas de huesos o de hierro tosco, con pelo largo y pintura de guerra en sus cuerpos.

Ellos rugieron de furia mientras sus jabalíes cargaban contra los humanos de color tierra.

Pero los hoplitas con armaduras de bronce con detalles azules, bajaron sus lanzas reforzadas con magia divina, sus puntas se volvieron tan afiladas que solo necesitaban aplicar fuerza para penetrar el acero.

Sin dejar avanzar los hoplitas fueron directos sin miedo a los jabalíes salvajes como su jinete, pero todo se volvió sangriento.

Las lanzas penetraron la piel dura del jabalí traspasando con facilidad incluso llegando a empalar a otro jabalí.

Los orcos tampoco se salvaron, lanzas atravesaron sus abdómenes, pechos, corazones, cabezas, pero los hoplitas no hicieron estos ataques sin consecuencias.

Algunos fueron mandados a volar por unos cuantos metros haciendo que el golpe y la caída los matará.

Las armas de hueso y con la fuerza de estos gigantes verdes atravesaron sus armaduras.

Algunos fueron decapitados por la fuerza del golpe, otros partidos por la mitad, perdieron brazos, pero antes de morir desangrado sacaron sus espadas para llevarse un orco con ellos.

Los orcos salvajes grandotes ya estaban saboreando la sangre de estos hombres que estaban a unos solos metros, pero notaron un enorme tauro negro y dorado.

Los minotauros toros, llevando un hacha de doble cabeza de oro y otra igual en el interior del arma, una armadura dorada cubriendo el frente y espalda de su cuerpo al igual que sus piernas.

Sin miedo bajaron sus cornamentas y midiendo las distancias levantaron sus cuernos elevando a docenas y docenas de orcos al aire matándolos tanto del golpe como por la caída.

Una gran línea de infantería se armó entre los bandos, los gigantes salvajes de los orcos comenzaron a mandar a volar a los soldados humanos e incluso arrancándoles la cabeza de sus hombros.

Entre uno de ellos agarró un hipaspista y este inútilmente trato de clavar su espada en el ojo solo para ser golpeado una y otra vez contra el suelo haciendo un desastre sangriento tanto externo como interno de su cuerpo.

Cómo venganza un cíclope con una armadura de plata en su torso y unas rodilleras en sus piernas de sátiro como única defensa, clavó su garrote de madera en la tierra con fuerza.

Y con un solo brazo musculoso y poderoso, lo levantó con una sola mano desde el lado de las costillas izquierdas del gigante.

Y con fuerza lo levantó y lo mandó a volar contra una araña arachnarok que está murió aplastada como sus goblins encima de ella que tenía una plataforma de madera tosca atada con tela de araña.

El cíclope agarró su garrote de madera y comenzó a aplastar y mandar a volar a los orcos que encontraba.

Las mantícoras de Arkon lanzaron púas de sus colas y eran tan numerosas que formaron una nube oscura, rompieron los escudos de madera de los orcos y estás púas tanto afiladas como venenosas empalaron a los pieles verdes.

Los hippikones arriba de pegasos fueron directos a los arqueros orcos salvajes y su artillería goblin que mandaba a los suyos como proyectiles.

Los arqueros orcos salvajes dejaron sus arcos a un lado y agarraron sus armas de hueso y hierro.

Los hippikones no eran la élite de la caballería por nada a pesar de tener armas y armaduras de bronce sin embargo no estaban exentos de no sentir el impacto de las armas en sus escudos o armas.

Los leones de nemea por su parte fueron a la retaguardia de los pieles verdes gigantes, primero impactaron haciéndolos caer y en otro instante sus leones rugieron con el doble de fuerza y distancia que antes.

Los hoplitas, hispapista, hippikones de nemea e incluso las unidades míticas aprovecharon el aturdimiento de los pieles verdes.

Los trolls de los pieles verdes, feos de piel escamosa y con mazos de piedras mandaban a volar o aplastar a las unidades de Arkon sin embargo Áyax estaba en donde están ellos.

Debido a la reliquia de kopesh de Horus, ahora héroes como Jasón, Teseo y Áyax e incluso Arkon mismo recibía está bonificación de daño contra unidades míticas o en este caso unidad monstruosa.

La habilidad especial de Áyax mandaba a volar una única unidad por los aires, tal como lo hizo ahora a un troll.

Su lanza laceraba con facilidad la piel escamosa del troll, su entrada y salida de sus cuerpos ni siquiera necesitaba fuerza.

Su fuerza humana como sus puños o patadas hacia temblar a estos seres feos y lanzadores de vómito ácido.

El ídolo de piedra estaba haciendo desastre incluso cuando es atacado por cuatro cíclopes de los veinte que trajo al combate Arkon.

Al ser capaz de desarmarse y unirse como quiera debido a la magia salía de los encierros de los gigantes de un ojo, lo cual llevó que el joven rey tenía que ir personalmente.

Los hombres al ver a su joven rey estar entre ellos con su gigantesco león de nemea hizo que su moral se engrandeciera en muchos niveles y ahora sin miedo pelearon contra los orcos salvajes gigantes.

Arkon sacó su rollo de piel y de su mano salieron gigantes arcos eléctricos y este salió expulsados de sus palmas y fueron directos al ídolo de piedra gigante.

El rayo impacto en su costado izquierdo haciendo que la piedra se volviera blanda y de color rojo vivo.

Cómo si sintiera dolor agarró su zona atacada pero aun así de mantenía erguido, pero ahora obstaculizado.

Lo cual hizo que volviera más fácil golpear para los cíclopes, Arkon ahora que resolvió el asunto del ídolo de piedra, de su mano derecha una luz envolvía su antebrazo y él apunto al cielo.

Rayos solares apuntaron a cada soldado y bestia bajo su mando, sus heridas abiertas, sangre y miembros amputados se cerraron, se limpiaron y crecieron en un instante.

Ahora volvieron a su mejor estado.

En el flanco izquierdo un capitán hoplita notó moviendo rápido en el rabillo izquierdo de su ojo y al voltearse notó que eran carros tirados por jabalíes y en sus ruedas había grandes pinchos que daban vuelta con velocidad.

Él gritó sus órdenes y los hoplitas detrás de sus camaradas de guerra se dieron la vuelta, golpearon sus escudos con fuerza al suelo y pusieron sus lanzas firmes y apuntando a los jabalíes.

Los soldados y capitán apretaron con fuerza sus escudos y lanzas y vieron cómo se acercaban los carros de guerra orco tosco.

Y en un instante las dos fuerzas chocaron, los jabalíes fueron empalados pero debido al movimiento las zonas traseras de su cuerpo fueron hacia adelante desarmando el carro y haciendo que los orcos subidos volarán.

Pedazos de astillas o maderas volaron por todas partes, en algunos casos las lanzas se rompieron por la mitad por la fuerza y los carros avanzaron.

Los orcos tirados de sus carros fueron acuchillados por espadas o ensartados por lanzas.

Aquellos que entraron fueron atacados por lanzas y espadas, algunos carros aprovecharon la velocidad y fuerza y volvieron a salir para cargar una vez más.

Pero los centauros estuvieron atentos y los acribillaron con sus flechas, los carros fueron aniquilados y cuando estaban a punto de elegir su siguiente objetivo grandes misiles mágicos verdes fueron a su ubicación.

Muchos de ellos muertos por el impacto debido a que fueron desmembrados o debido a las heridas graves abiertas, instantes después estos murieron.

Los sobrevivientes rápidamente se movieron de su ubicación, todo esto fue observado Arkon, él sin dudar lanzó recuperación nuevamente sobre sus soldados.

Después encontró la ubicación del lanzador mágico y como pensaba y se había olvidado debido a muchas cosas que tenía que pensar.

Era Wurrzag el profeta verde de los orcos, el bailaba en el lugar moviendo sus pies rítmicamente, y alrededor de este una gran nube verde se manifestó.

Arkon abrió los ojos y miro en el campo de batalla extenso del yermo, pronto un gran pie de un orco apareció en donde estaban los minotauros toro.

Estos fueron mandados a volar y sobrevivieron debido a su naturaleza fuerte y tenacidad.

Pero esto no era lo mismo para sus hombres muchos de convirtieron en pasta de carne y sangre.

Ordenó a Rexes que llamara a sus congéneres y este hizo caso, comenzó a lanzar un rugido largo como si fuera el mugir de una vaca.

Los leones de nemea montados por hippikones fueron rápido a su ubicación, pero fueron sin ordenarles por sus jinetes, estos extrañados pensaron que algo les sucedía a sus leones, pero cuando descubrieron que iban a su rey comenzaron a formar.

"¡vamos a por ese orco chaman, tengan cuidado y miren el cielo constantemente o al propio orco!" dijo gritando su rey mientras cargaban contra el orco rodeado de trolls.

Estos últimos notaron que iban hacia ellos entonces cargaron con sus mazos de piedra en alto.

Sin embargo, antes de que pudieran hacer algo, todos los pieles verdes quedaron aturdidos y entre ellos Wurrzag debido al rugido de Rexes.

Los leones se treparon sobre los trolls aturdidos y solo cuando recibieron daño volvieron en sí.

Pero era demasiado tarde, los colmillos, garras y espadas fueron demasiados para ellos tanto por fuerza como por números, ellos fueron detenidos por este regimiento de caballería de choque.

Arkon por su parte fue directo a Wurrzag, se había olvidado por completo de él que aparecía en la capital de las tierras baldías orientales cuando comenzaba su campaña.

Ahora solo tenía que matarlo o será una gran molestia en el futuro, solo tal vez el único piel verde cuerdo sería Grimgor, pero solo estaba interesado en vengarse de los enanos del caos, que lo torturaron para ser un guerrero definitivo, pero les salió el tiro por la culata.

Rexes con fuerza avanzó mientras miraba mortalidad al orco chaman, de la mano de Arkon salió un rayo en dirección al chamán.

Y como si fuera imposible de esquivar, el rayo impacto en su cuerpo, pero al parecer cuenta como daño mágico, lo cual parecía tener una gran resistencia, pero fue suficiente tiempo para acercarse.

Rexes saltó sobre él y comenzó a rasgarlo con sus garras y Arkon con fuerza se sostuvo en la silla debido a los movimientos rápidos de su montura.

Cuando encontró un tiempo para bajar, lo hizo con un salto y al aterrizar saco su espada y comenzó el cuello de Wurrzag, pero este con magia verde los expulso de su cuerpo.

Una onda expansiva verde los mando a volar, pero ni siquiera les hizo daño, Wurrzag notó al gran león dorado y a su jinete de armadura blanca manchada con sangre roja.

Notó que era solo un cachorro humano, pero este le trajo un waagh gigantesco y con bestias únicas, ahora sus chicos pueden disfrutar como es debido y no con otras tribus orcas flacas como peces.

Pero había algo extraño en el cachorro humano, algo divino como él, pero de color blanco y dorado, era un chamán a tan corta edad, sintió como la magia recorría por sus venas mejorándolo por completo e incluso veía como los poderes de esos dioses oscuros intentaban entrar en él, pero fue impedido por la luz blanca.

Wurrzag sonrió grotescamente detrás de su máscara tribal y de su voz salió palabras sin sentido, pero coherentes para los suyos.

Magia verde comenzó a envolverlo y arriba suyo un gran mano comenzó a cerrarse y en un instante impacto en el suelo creando un gran cráter y mucho polvo.

Debido a la magia el chamán noto como el joven se acercaba a él con su espada y escudo preparados, pero no notó al gran león detrás de él.

Este lo agarró por la espalda usando sus colmillos y lo sacó de la nube de polvo y lo mandó a volar en aire limpio.

Y antes de pudiera reaccionar sintió una espada clavarse en su pecho entre fornido y gordo.

Levantó la vista y notó una gran boca llena de dientes y colmillos, su cabeza fue agarrada por completo, Rexes puso una pata en su pecho y con fuerza arrancó la cabeza del chamán orco y como si estuviera pegada la máscara tribal nunca se fue de su rostro.

Arkon sin perder tiempo se subió a Rexes y fue al combate de nuevo y detrás de él el regimiento de leones de nemes que aniquilo a los trolls.

Una hora después todo el ejército de Wurrzag el profeta verde fue exterminado, Arkon lanzó el poder divino de la recuperación y fueron directos a la capital de la provincia.

En el camino Arkon sacó su pergamino ya que se volvió cálido y este comenzó a dibujar y escribir.

Arkon apretó la opción tomar y ocupar desde su ubicación comenzó a reordenar y dejar sus instrucciones sobre construcciones.

El joven rey llamo a un hippikon a Pegaso y le dijo.

"ve hasta a Philitos a la ciudad costera y que se quede ahí como gobernador, cuando termine de conquistar esta ciudad yo me quedaré en Eunomia Nova, si necesita algo que solo envié un mensaje."

"recibido mí señor." El hombre saludo a su rey y se fue hacia el noroeste de la provincia.

La mente de Arkon estaba tranquila pero después se volvería un dolor de cabeza cuando descubra que los orcos del sureste estaban siendo asesinados por los skaven por sus abominaciones y su maquinaria de piedra bruja.

Al norte el imperio y los enanos se aliaron para combatir las amenazas orcas en sus tierras, Belegar comenzó a combatir dos frentes tanto arriba como abajo tenía skavens sin embargo debido a la artillería y su facilidad de aplanar zonas para colocarlas puede fácilmente mantenerlos a raya.

"mí señor ya podemos ver el asentamiento orco." Dijo un hippikon arriba de un león de nemea.

"que las hidras sean la carne de cañón de los proyectiles de las torres, cuando me acerque lo suficiente las atacare con mí magia." Dijo Arkon.

"les diré a sus jinetes." Dijo el hippikon golpeando los costados del león para avanzar.

Los pieles verdes salvajes vieron a los lejos grandes criaturas de múltiples cabezas cargando una plataforma de hierro y madera y arriba de estos humanos con arcos y jabalinas.

Las torres les dispararon, pero debido a que estaban siendo protegidas con placas de hierro desde su cabeza hasta la base de sus hombros solo rebotaban.

Los minotauros toro fueron directos a la puerta como siempre y como las dos ciudades anteriores, está asentamiento entre las montañas fue conquistada.

De tantas órdenes que mando, reorganizar la ciudad, crear edificios nuevos, y demás se dio cuenta que ya se hizo de noche.

Suspirando fue a darse un refresco en su baño personal y Rexes lo acompañó como siempre, ni siquiera se alejaba de él cuando tenía que hacer sus necesidades.

Después de secarse y sentarse afuera viendo como aún había actividad solo suspiro de cansancio ya no los detendría más ya que tenía que hacerlo cada noche.

Mientras observaba sin expresión sintió que el rollo de piel lo llamaba, al sacarlo y abrirlo notó de que ahora podía avanzar de edad ya que alcanzó el mínimo de excedente.

Al apretarlo, nuevos edificios se desbloquearon al igual que las tecnologías y nuevas unidades míticas y humana y mejoras para sus soldados.

Ahora con más ciudades puede investigar todas las tecnologías al mismo tiempo, ahora podía crear fortalezas y mercados.

Pero aun así comenzó a trabajar nuevamente dentro de las ciudades, crear zonas comerciales y zonas de armas de asedio ya que desde la fortaleza se crean.

Las herrerías tienen que hacer ahora armaduras y armas de hierro, para reemplazar a las de bronce.

Las academias militares mejorarán a los hoplitas y hipaspistas como infantería pesada además de investigar las dos mejoras de reclutar a una velocidad aún mayor.

Sin embargo, ahora podrá reclutar los mirmidones, la unidad exclusiva de Zeus que son fuertes a todos aquellos que no son griegos.

En las galerías de tiro con arco los toxotes y peltastas se convertirán en soldados pesados, aumentando aún más su alcance, letalidad, precisión y armadura.

También podés reclutar a los gastrafitas, unidad de arqueros con ballesta pesada ideal para edificios, pero aún más mortal para los enemigos, la elite cuando elegie a Hades.

En los establos los pródromos, anti caballería y los hetairoi caballería pesada capaz de destruir edificios y arqueros con facilidad, siendo esta ultima la elite de Poseidón.

Las fortalezas ahora podrán crear máquinas de asedio hechas de hierro como las helipolis, torres de asedio que se mueven y lanzas flechas de balista y transportar unidades.

Los trabucos, catapultas de madera y hierro que lanzas grandes piedras o muchas de ellas dependiendo de la situación.

Los templos ahora están disponibles las quimeras, seres con cuerpo de león delantero, parte trasera de cabra y una de sus cabezas era una cabra y cola de dragón escupe fuego.

Las medusas, mujeres mitad serpiente y cabello de serpiente, su mirada mortal convierte en piedra a todo aquel que las mire y portan como arma un arco corto.

Y los más poderosos de la mitología griega, los colosos, hechos puramente de metal, con un casco espartano y una cresta azul y una gigantesca espada.

Su altura es al menos el doble que el gigante salvaje, la manera de curarlo es a través de los templos, el poder divino de la recuperación, repararlo manualmente o que ellos coman menas de oro o madera.

Arkon creo a diez de ellos en cada ciudad, en la capital de Grecia Eunomia Nova, en Teselia, Megara, Argos que es la ciudad costera y Rodas la capital de la provincia, cinco dentro de la ciudad y otros cinco vigilando el territorio cercano o mas bien vigilando a toda la provincia.

Mientras seguía dejando sus órdenes para construir más zonas y agrandar las ciudades para más población y avanzar la siguiente edad, sintió el suelo moverse y esto alertó a todas las ciudades.

En Eunomia Nova, en mitad de la noche se puso alerta máxima debido a que había fuerte temblores.

El destacamento político de Belegar que se quedó para aprender de esta nueva facción se aterrorizó debido a que estos movimientos solo eran posibles a través de explosiones.

Agarrando sus armas de acero y rifles fueron afuera de su alojamiento y con extrema sorpresa y miedo vieron a un gigante de bronce moverse.

No había ruido mecánico, vapor, magia, no se movía robóticamente, lo hacía como si fuera de carne y hueso, el gigante de metal se movía a lugar prefijado mientras que su espada estaba enfundada.

Poco después llego a la ubicación, saco su espada y la punta de esta tocó el suelo y de ahí comenzó como una especie de guardia.

Aún sorprendidos vieron como la gente comenzó a exclamar ruidosamente.

"no es posible… los colosos… los colosos de rodas de las leyendas… ¡en realidad existen!" dijo un ciudadano que vestía una túnica azul profundo y dejaba descubierto su pectoral musculoso izquierdo.

El líder político de los enanos fue hacia él y preguntó.

"¿coloso? ¿rodas? ¿Qué es eso muchacho?" preguntó con un tono interrogativo como exigiendo respuestas.

El joven nervioso respondió.

"en las antiguas historias, antes de Eunomia Nova y antes del rey Arkon y sus padres, había diferentes dioses y entre ellos estaba Hefesto el dios de la forja.

Él bendijo a los herreros, arquitectos e ingenieros de rodas y de ahí se creó el primer coloso en honor a él, Hefesto como agradecimiento le dio vida al coloso que defendió la ciudad hasta el final de sus tiempos." Explico el muchacho.

"¿gigantes de bronce fueron dado vida por un dios agradecido?" pregunto consternado.

"hay más, desde la caída de los antiguos dioses, Víctor Securis ordenó a los humanos a construirlos y él les dio vida y más fuerza, se dice que estos gigantes bendecidos por él se volvieron de oro y no había nada que pudiera hacerle daño." Hablo el muchacho como si estuviera orgulloso y alegre de ver a estos antiguos guardianes.

"¿entonces estos seres son bendecidos por este dios?" preguntó nuevamente el enano.

"sí, el rey Arkon debió de hacer algo increíble para seguir teniendo regalos como estos de nuestro dios." Dijo con grandes rastros de orgullo y veneración a su rey.

El enano al escuchar esto se retiró junto con los suyos a su alojamiento.

"este dios constantemente vela por su campeón, casi parece como los dioses del caos respondiendo los caprichos de sus campeones." Dijo un enano.

"pero según tengo entendido, los dioses griegos antiguos pelearon contra ellos, y antes de morir dieron su divinidad a su campeón, Víctor Securis." Dijo otro enano que tenía un hacha de doble cabeza y un libro en su cintura.

"ese coloso parece un gigante humano bañado en bronce debido al detalle de cada músculo de su cuerpo, ni siquiera los constructos de los reyes funerarios pueden hacer algo así, necesitan el alma de un guerrero fuerte para manejarlos y aun así se mueven errática y mecánicamente." Comentó un enano.

"parece que estamos en la presencia de un verdadero hombre protegido por su dios, supongo que este es celoso de su campeón." Dijo otro enano con un rifle, con un tono de afirmación.

"le debemos informar estos hechos a Belegar, tendremos un poderoso aliado con nosotros aparte de los nuestros, además necesitamos ayuda contra los dos flancos skaven." Dijo el líder del destacamento político llamado Kotirc.

"dijo el hombre que su rey debió hacer algo grande para ser bendecido así ¿habrá terminado su conquista de la provincia de estas tierras baldías?" dijo uno pensando y dejando su duda al aire.

"tal vez ahora debemos esperar." Dijo Kotirc mientras otra vez se movía el suelo.

Parece que tendrán que esperar un tiempo para poder dormir.

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