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Capítulo 2: Sistema
Casi de inmediato, una voz mecánica resonó en mi mente con serenidad artificial:
—Estimado anfitrión, este sistema cuenta con varias funciones disponibles: Estado y Habilidades.
Esperé. Un segundo. Dos. Tres… Silencio.
Parpadeé, confundido. El sistema parecía no tener intención de continuar.
—¿Solo eso? —pregunté, con un tono entre decepción y expectativa.
—Así es, anfitrión. Este sistema únicamente incluye esas dos funciones. No se añadirán otras —respondió sin el más mínimo titubeo.
Tuve que tragarme un suspiro. Después de tantas historias de sistemas con tiendas, misiones, fusiones, espacios personales e interfaces avanzadas, aquello se sentía… escaso. Sin embargo, rápidamente reprimí mis expectativas. Ya tener un sistema era una bendición en sí misma.
—Muy bien, sistema. Dame el paquete de inicio —dije con renovado entusiasmo.
> Ding. Distribuyendo paquete de inicio…
> ¡Felicidades al anfitrión por adquirir el Talento: “Dios bendice el trabajo duro”!
¡Felicidades al anfitrión por adquirir el Talento: “Súper cerebro”!
¡Felicidades al anfitrión por adquirir la Habilidad: “Regeneración inferior”!
Una sonrisa involuntaria se dibujó en mi rostro. Cada notificación era como un disparo de dopamina directo al cerebro. ¡Estaba dentro de una historia de fantasía, y era el protagonista!
Repleto de emoción, le pedí al sistema que explicara sus dos funciones principales.
—Estimado anfitrión —respondió con tono neutro—, la función Estado muestra todas las características del anfitrión, incluyendo raza, atributos físicos y mentales, condiciones beneficiosas o perjudiciales, así como su etapa evolutiva actual.
—La función Habilidades almacena y categoriza todas las habilidades que el anfitrión posea o adquiera, detallando sus efectos y niveles.
—Este sistema tiene un único propósito: asistir al anfitrión en su camino de evolución sin límites. Siempre que usted lo desee, podrá continuar fortaleciéndose sin restricción alguna. ¿Tiene alguna pregunta?
Reflexioné un momento antes de lanzar una duda que me había rondado desde el principio:
—Sistema… ¿quién te envió conmigo? ¿Tiene algo que ver con el ser que me reencarnó?
La respuesta fue más tajante de lo esperado:
—Puede estar tranquilo, anfitrión. Este sistema no tiene ninguna relación con ese dios de bajo grado.
Parpadeé, sorprendido por el término usado.
—¿Dios inferior?
—Correcto. Ese ser que facilitó su reencarnación pertenece a la categoría de dioses inferiores. No obstante, no tiene por qué preocuparse por él. Este sistema ha bloqueado toda posibilidad de rastreo divino. Su presencia está completamente oculta.
Sentí un alivio cálido en el pecho. Aunque aquel dios nunca insinuó que me observaría, siempre existía la posibilidad. Ahora, tenía la certeza de que estaba fuera de su alcance.
Pero entonces, una nueva preocupación se alzó en mi mente. Había leído demasiados fanfics donde los sistemas eran entidades parásitas que, tarde o temprano, tomaban el control de sus anfitriones.
Una vez más, el sistema pareció leer mis pensamientos.
—No se alarme, anfitrión. Este sistema no requiere su cuerpo, alma ni energía. Solo existo para asistirlo. Su éxito es mi único propósito.
Una parte de mí seguía cautelosa… pero otra, más fuerte, quería creer. Apreté los dientes y decidí confiar… al menos por ahora.
—Bien. Sistema, muéstrame mi estado.
En ese instante, una pantalla translúcida y plateada apareció frente a mis ojos, flotando en el aire como una proyección mágica. La información que contenía era clara, casi hipnótica.
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[Sistema – Estado del Anfitrión: Adam Drakensilver]
Raza: Dragón Occidental (Variante Negro-Plateado)
Edad: Recién nacido (Día 1)
Etapa Evolutiva: Cría
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Atributos
Atributo Valor
Fuerza 15
Agilidad 13
Resistencia 20
Inteligencia 10
Percepción 20
Carisma 15
Suerte ???
> Nota: Un humano bien entrenado tiene 1 punto por atributo.
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Talentos
Dios Bendice el Trabajo Duro
Todo esfuerzo realizado por el anfitrión —físico, mental o mágico— rendirá frutos excepcionales. Las habilidades que se practiquen hasta el límite evolucionarán sin restricciones.
> No se conoce límite para el crecimiento con este talento.
Súper Cerebro
Otorga un intelecto muy por encima del estándar de su especie. Proporciona memoria eidética, pensamientos paralelos, procesamiento acelerado y capacidad analítica avanzada.
Cuerpo del Dragón
Talento innato de los dragones de raza pura. Aumenta drásticamente las reservas de maná. Otorga seudo-inmortalidad: no puede morir por vejez ni enfermedades comunes.
Runas Dragónicas
Permite aprender y dominar las runas antiguas utilizadas por los dragones para manipular magia, crear estructuras, luchar y alterar el entorno.
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Habilidades
Volar (Nivel 1)
Permite volar usando las alas. Requiere que las alas se desarrollen completamente.
Aliento de Dragón (Nivel 1)
Capacidad para exhalar fuego de altísima temperatura, capaz de fundir metales comunes.
Garras de Plata (Pasiva)
Las garras tienen una dureza y filo excepcionales. Pueden atravesar metales como si fueran madera.
Escamas de Hierro Negro (Pasiva)
Las escamas del anfitrión son más resistentes que el acero ordinario. Ofrecen defensa contra ataques físicos y elementos menores.
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Cuando terminé de leer, me quedé sin palabras. Cada uno de mis atributos superaba en al menos diez veces a los de un humano entrenado… y algunos, como la resistencia o percepción, eran veinte veces superiores. Era una bestia… literalmente.
Pero hubo algo más que llamó mi atención. Allí, en la pantalla, aparecía mi nombre:
Adam Drakensilver.
—¿Drakensilver…? ¿Será este… el apellido de mi especie? —murmuré, con una mezcla de asombro y orgullo chispeando en mis ojos.
Había mucho por descubrir. Y yo estaba apenas en el comienzo.
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