283 d. C.
Pov Aegon Targaryen
Los ojos morados se abrieron lentamente y miraron el entorno desconocido.
Aegon no pudo evitar sentir curiosidad. ¿No estaba muerto? ¿Cómo llegó aquí?
Cuando abrió los ojos, llegó a este lugar extraño, mirando los principales edificios de ladrillo y piedra a su alrededor.
Aegon movió su cuerpo y lentamente levantó sus manos. Al mirar el par de manos que obviamente eran las de un bebé, Aegon de repente se dio cuenta de que debía haber renacido y que ahora era solo un bebé recién nacido.
Aegon intentó mirar a su alrededor, moviendo lentamente la cabeza para mirar la habitación frente a él, que mostraba signos de incendio.
Las paredes de la habitación estaban siendo consumidas lentamente por las llamas.
La cama era una cama de madera de hierro de tres metros de largo con sábanas de seda púrpura descolorida en el marco de la cama.
Junto a él había un amuleto de oro y plata, y podía sentir una conexión especial con él.
Mirando a la hermosa mujer de cabello y ojos negros que yace a su lado, esta debía ser su madre en esta vida.
Aegon notó que su madre no se movía y parecía dormida.
Y al lado de la mujer, se encontraba una niña llorando mientras abrazaba a un gato.
Mientras pensaba, tal vez porque Aegon todavía era un bebé, su cuerpo y su cerebro aún no estaban completamente desarrollados. Mientras oleadas de somnolencia recorrían su cuerpo, Aegon se esforzó por comprender su situación.
Cuando de pronto la puerta se abrió de golpe y entró lo que parecía ser un gigante blindado con un enorme escudo y una gran espada.
Aegon entró en pánico e inconscientemente activó el talismán teletransportándolo a él y a su hermana.
Cuando la Montaña llego donde se encontraba la cama.
Ya Aegon se había ido junto con su hermana.
Solo dejando el cuerpo sin vida de su madre Elia Martell y a un gato negro.
...
El lugar que había sido teletransportado parecía una cueva enorme.
Aegon se encontraba en medio de dos huevos enormes y su nueva hermana se encontraba no muy lejos de él, desconcertada mirando alrededor sin saber lo que había pasado.
Cuando Aegon vio los dos huevos se llenó de éxtasis, porque ya sabía dónde había reencarnado, en el mundo de Game of Thrones.
Ahora se había sacado la lotería al encontrar dos huevos de dragón.
Pero antes de que pudiera seguir siendo feliz se escuchó un gran gruñido.
Cuando miró la dirección del sonido, se encontró lo que parecía ser un enorme rinoceronte peludo corriendo hacia su dirección.
Intentó no entrar en pánico y se concentra.
Con la experiencia anterior de haber utilizado el talismán, se concentra intentando teletransportar a su hermana y a los huevos de dragón.
Pero por alguna extraña razón, el talismán se activa pero no sucede nada.
Empezó a entrar en pánico y vio que el rinoceronte estaba más cerca,
esta vez se esforzó al máximo instando al talismán a teletransportarlo.
El talismán empezó a mostrar signos de rasguño.
Cuando el rinoceronte se encontraba a unos centímetros de distancia.
El talismán se destrozó, pero aun así teletransportó a Aegon y su hermana junto con los huevos de dragón.
...
Mientras Oberyn Martell salía del burdel con su amante Ellaria Arena.
Un destello de luz apareció frente de ellos.
Cuando la pareja se preparaba para sacar sus armas, Oberyn y Ellaria quedaron impactados al ver que había aparecido un bebé de la nada donde antes se encontraba la luz.