"Itachi..." - dijo Kisame con el ceño fruncido mientras se cruzaba de brazos - "Somos amigos, o al menos eso es lo que quiero creer, pero eso no significa que voy a pasar esto por alto"
Tres días habían pasado desde que el grupo de Kurama, había 'fracasado' en su intento por capturar al traidor Sasuke Uchiha, tiempo en el que las cosas se estaban moviendo a un ritmo lento, pero seguro.
Itachi simplemente negó con la cabeza mientras miraba a su confiable compañero.
Kisame mantuvo su silencio antes de soltar un suspiro pesado - "Ok, voy a pasar esto por alto, pero espero que sea la última vez"
Itachi asintió en silencio mientras una pequeña sonrisa aparecía en su rostro.
Lentamente, el joven Uchiha caminó dentro de la residencia de su clan para hablar con su madre, dejando a Kisame solo, pensando en qué es lo que diría para anunciar que habían fallado, aunque rápidamente sintió cómo si algo o alguien le hubiera salvado la vida - "Ok, eso fue extraño..."
Mientras que Itachi hablaba con su madre sobre todo lo que había sucedido durante los últimos años, así como algunos detalles de Akatsuki, dos personas estaban entrando a la aldea.
"Sigo sin entender por qué Tayuya nos ayudó a escapar, mucho menos hacia Konoha" - murmuró una voz femenina.
"Guren... mamá..." - murmuró una voz infantil.
Guren simplemente guardó silencio mientras acariciaba la cabeza de su 'hijo', caminando hacia el lugar asignado, solo para encontrarse con un fantasma del pasado - "Imposible..."
"Guren... Yuukimaru..." - murmuró Kimimaro con una expresión complicada.
"¡Idiota, cómo es posible que sigas con vida!" - exclamó Guren con lágrimas en los ojos.
Yuukimaru simplemente corrió donde su figura paterna y lo abrazó mientras que el último de los Kaguya explicaba todo lo que había sucedido detrás de escena, haciendo en el proceso que la mujer de Oto maldijera a su antiguo maestro con todo los insultos que conocía.
Kurama simplemente observó todo en silencio mientras volvía a leer el mensaje de Tayuya, el cual decía que ella tenía que quedarse un poco más de tiempo en Otogakure para que la serpiente no descubriera lo que había hecho, al menos no tan pronto.
Irónicamente, esto fue lo más emocionante que pasó durante los siguientes siete días.
Itachi desapareció de Konoha junto a su compañero tan rápido como había regresado.
Tayuya apareció cinco días después de que Guren y su hijo entraran en Konoha, todo gracias a que Sasuke le había ayudado, lo que comprobó su hipótesis de que el Uchiha tenía una agenda oculta, aunque no era como si le importara en lo más mínimo.
La mujer de cabello rosado rápidamente se instaló en la residencia Uzumaki, creando más caos del que Kushina le gustaría admitir, después de todo, ella se había unido al 'selecto' grupo de 'personas que odiaban a Orochimaru', conformado por Anko, Kin y Guren, cada una más mal hablada que la anterior.
Durante su corta estadía, Kushina había logrado romper el sello de Orochimaru que Kin y el resto de ninjas de Oto tenían en sus cerebros, y de paso, destruyendo el fragmento de alma que Tayuya tenía dentro de ella gracias a su sello maldito.
Eso nos dejaba con la situación actual.
"Me tienes que estar jodiendo" - dijo Kurama mientras se tomaba el puente de la nariz - "¿A caso no dejaste en claro que estabas casado?"
"Lo estoy, y ella acepta esto, el problema es que las leyes son estrictas, y como yo no puedo cumplir con mi parte, esta la tiene que cumplir mi descendencia, o por defecto, mi estudiante heredero" - respondió Jiraiya con incomodidad mientras guardaba el pergamino que le había traído uno de sus espías, el cual contenía la información de que la heredera de la aldea Nadeshiko estaba llegando a Konoha para cumplir con las leyes de su aldea.
"Jiraiya, yo no soy tu estudiante heredero" - dijo Kurama mientras le daba una mirada en blanco - "De hecho, solo me has enseñado como 3 cosas en todo el tiempo que nos conocemos"
"El hecho de que firmaras el contrato con los sapos, es prueba de que eres mi heredero" - respondió Jiraiya, solo para soltar un grito de dolor al ser atrapado por las cadenas de Kushina, quien había estado escuchando todo - "¡Mierda, Kushina, esto no es mi culpa!"
Kushina chasqueó la lengua mientras soltaba al hombre de cabello blanco - "Es en parte tu culpa, porque podrías haber mencionado esto cuando hiciste que Kuro-chan firmara el contrato de los sapos"
"¡Se me olvidó!" - exclamó Jiraiya con una expresión incómoda - "Es por eso que me estoy disculpando"
Kurama soltó un suspiro pesado antes de negar con la cabeza - "¿Cuáles son nuestras opciones?"
"Las reglas son simples, pierdes, te casas o mueres, ganas, te casas" - respondió Jiraiya con simpleza mientras desviaba la mirada - "El asunto aquí es que según leí, la heredera de la aldea Nadeshiko pareció entrar en contacto con un hombre que no era su 'prometido', es por eso que adelantaron todo esto, así esta 'transgresión' no pasó a mayores"
Kurama frunció el ceño - "O sea... ¿Ellos quieren forzar nuestra relación porque esa chica quiso tener un amor normal en vez de un matrimonio concertado?"
"Básicamente" - murmuró Jiraiya con molestia.
"Kuro-chan..." - dijo Kushina con una clara expresión de desaprobación, no por Jiraiya, sino por las acciones de la aldea Nadeshiko.
"Lo sé, tampoco estoy cómodo con esto, después de todo, ellos le están quitando la felicidad a una persona antes de que siquiera pueda intentarlo" - respondió Kurama mientras negaba con la cabeza - "Lo mínimo que podemos hacer, es ayudarla de alguna manera, sin embargo, es muy pronto para esto"
"No creo que ellos acepten eso como respuesta" - dijo Jiraiya mientras se ponía a pensar detenidamente - "Esperen, tengo una idea"
Kurama y Kushina le dieron una mirada en blanco porque sentían que nuevamente el sabio pervertido iba a decir algo estúpido, aunque para su sorpresa, esta vez Jiraiya dijo algo que cambiaría sus percepciones de él.
"Es simple, solo tenemos que ir a un viaje de entrenamiento" - dijo Jiraiya con una sonrisa, solo para soltar un bufido de molestia cuando notó como los dos pelirrojos le estaban mirando con sorpresa - "¿Por qué me están mirando de esa forma?"
"Porque no esperábamos que dijeras algo tan inteligente" - respondió Kushina con honestidad.
Jiraiya simplemente guardó silencio mientras maldecía por dentro, porque no había forma de que lo dijera en voz alta.
"Entrenamos y ganamos algo de tiempo, suena como un buen plan" - asintió Kurama mientras pensaba detenidamente - "Buen trabajo, Jiraiya"
El hombre de cabello blanco simplemente le dio una mirada sin emociones al joven pelirrojo, solo para levantarse y caminar fuera de la residencia.
"Creo que fuimos demasiado lejos con nuestras bromas, es obvio que está molesto" - murmuró Kurama mientras que Kushina desviaba la mirada.
Volviendo al problema entre manos, Kurama tomó nuevamente el pergamino que contenía la información de su 'prometida', así cómo las leyes que él tenía que aceptar durante su enfrentamiento de matrimonio, aunque luego de unos minutos de analizarlo todo, llego a una única conclusión.
"Tal parece que la única forma de solucionar esto, es simplemente hacer que los dos lleguemos al acuerdo de no casarnos" - murmuró Kurama con el ceño fruncido mientras pensaba detenidamente - "Ahora la situación es convencer a Shizuka-dono"
"¿Crees que puedas hacerlo?" - preguntó Kushina con preocupación, después de todo, ella sabía todos los puntos buenos que Kurama tenía, los cuales eran atractivos por sí solo, el problema era que su 'oponente' era una chica enjaulada que tenía casi nulo contacto masculino, en otras palabras, las probabilidades estaban en contra de la chica en cuanto a dejar el matrimonio, y Kurama no parecía estar pensando en este detalle tan importante.
Kurama se mantuvo pensando mientras que Kushina luchaba con la idea de hablar de esto, o no.
Los dos pelirrojos se quedaron en sus respectivos mundos hasta que escucharon a alguien entrar, siendo esta nadie más, ni nadie menos que Tsunade, quien estaba acompañado por Shizune y Tonton.
"¿Vienes a ver el estado de Kimimaro?" - preguntó Kurama con calma, después de todo, esto era una rutina normal.
"Sí, solo espero que esta vez esa loca no me ataque solo porque mi figura es extremadamente superior a la suya" - respondió Tsunade con un tono orgulloso, después de todo, sus 'niñas' eran su mayor orgullo - "No es mi culpa que mi pecho estuviera tan cerca del chico durante el chequeo"
Kurama soltó un suspiro de irritación porque era obvio que Tsunade estaba provocando a Guren con estas palabras, y tal parecía que había sido un éxito porque la mujer de Oto salió de su escondite y empezó a insultar a Tsunade, quien simplemente infló su pecho, causando en el proceso que Guren se volviera aún más loca.
"En serio..." - murmuró Kurama mientras se tomaba el puente de la nariz, por fin comprendiendo cómo se sentía Hiruzen con su trabajo como Hokage.
"Guren está peleando con un par de enormes tetas, y lo más gracioso es que está perdiendo" - dijo Tayuya, quien parecía estar disfrutando del espectáculo.